Autor: Jesús Terrés.
Editorial: Círculo de Tiza.
Págs: 174.
Sinopsis: Jesús Terrés coloca el hedonismo a la altura de un arte. Sus textos son una celebración a la vida y a la belleza escondida en las pequeñas cosas y en las pocas y grandes verdades a las que aferrarse. Una buena mesa con amigos sinceros, el amor que nos devuelve los mejor de nosotros mismos, la lucidez, la consciencia y la ternura. La esencia de lo efímero que nos hace eternos y el recuerdo constante de que aquí hemos venido a jugar. El autor de Nada importahace en estas páginas una declaración que no admite interpretaciones y que en estos momentos cobra la fuerza de una posición valiente ante el mundo: No basta con sobrevivir, hay que vivir. Asumir el riesgo de equivocarse y no rendirse, entender la felicidad de lo aparentemente inútil y recordar que en realidad, sólo hay un viaje.
Nada importa es un placer para los sentidos y una llamada a la búsqueda de la felicidad en aquello que tenemos más cerca y que solo necesita del tiempo y la disposición de aprender a mirar.
Opinión personal: Siento una especie de amor-odio por este libro, hay capítulos que he disfrutado muchísimo y que me parecen de una belleza y otros que me han aburrido como una ostra. Además, a ratos el escritor también me ha generado cierto rechazo, me da la sensasión de que es muy sobreactuado, pedante y snob. Así que no sé qué nota ponerle.
Podría decirse que todo el libro es una especie de oda al hedonismo. He subrayado mucho y estoy segura de que volveré a leer algunos de sus pasajes en momentos puntuales, pero el autor no me termina de convencer. Como recomendación a quién pudiera aventurarse a leerlo, le aconsejo que lo combine con otro libro o que no lo lea "de seguido" ya que al tratarse de artículos sueltos con temáticas muy similares puede resultar un tanto repetitivo y tedioso.
"Viaja, viaja sin descanso. Viaja sola y acompañada, en familia y enamorada (no existe nada mejor). Viaja con amigos y también -por qué no- con un amante (...) Viajar es la única cura (bueno, y unos cuantos libros) que he conocido contra la estupidez."
"No te midas, no dejes cosas por decir, saca la basura -ya- de la alfombra. Aún no lo ves, pero la vida es muy corta y un día la medirás por las cosas que no hiciste. Ojalá te salgan las cuentas."
"Paga tus deudas, aprende a decir no (es lo que diferencia a un tarugo de un rey); recuerda siempre que nadie te debe nada. Sé fiel. A tu pareja, a tus valores, a tu gente y (también) a ti misma. Esa fidelidad inquebrantable es la única vía que yo he conocido para dormir bien por las noches. Y qué placer, qué importante es dormir bien por las noches."
"Lo de la sangre -por mucho que a tu padre le fascine El Padrino- es una soberana estupidez. Tu familia es tu gente, y tu gente son los que se partirían la cara por ti en cualquier situación. Nada vale tanto como un buen amigo. Nada."
"Escribe, escribe sin descanso. No esperes un tema ni una excusa ni un trabajo: sencillamente escribe. Créeme, todo es más fácil cuando lo ves sobre el papel."
"Las cosas suceden, sin más. No es justo, ya lo sé. Pero es lo que hay, las cosas pasan. Las buenas y las otras. That's life."
"Sé que todo acaba. Que lo nuevo mañana es viejo, que aferrarse es perder y mirar atrás una costumbre de anticuario. Sé que la nostalgia es una mujer fatal vestida de recuerdos con olor a certeza y naftalina, esas certezas que -malditas sean- se te clavan en la espalda como arañas en celo y disfrazan tus dudas de evidencias."
"Madurez es dejar un libro a medias (si no te gusta, para qué), intuir que la elegancia es pasar desapercibido y abrazar (siempre) con ganas. Con calor. Madurez es entender que esto no es un ensayo, que no habrá prórroga en tu obra y que la única prisa es el amor. Pero el amor no entiende de prisas.""Tiene razón Manuel Vicent. Tras la perfección no hay nada porque en la perfección no hay aristas, grises ni auténtica belleza. Estoy hablando de la misma belleza imperfecta, impermanente e incompleta que en Japón llaman wabi-sabi -la simplicidad rústica de los objetos reales, que a veces se caen, se rompen y agrietan-. Como la vida misma, ¿no creéis?""Yo pienso como tú, Milena, las segundas oportunidades son las oportunidades del cansancio. Si algo no sale bien a la primera, es rarísimo que salga bien a la segunda.""En este hoy entregado a la productividad, nada más reaccionario que lo inútil: la belleza de la inutilidad.""El mundo parece cada vez más ajeno, pero nos quedan los libros como salvaguardas de este naufragio que nos ahoga un poco, cada día.""Escucha atentamente a quien no piensa como tú, es la única manera de crecer."
Puntuación: 3⭐/5
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