Título: Degenerado.
Autor: Ariana Harwicz.
Editorial: Anagrama.
Págs: 128.
Sinopsis: El laberíntico monólogo de un hombre que, enfrentado a una sociedad que le pide que sea alguien, le devuelve lo peor de que es capaz.
Degenerado es la historia de un proceso judicial. Empieza una noche gélida cuando un hombre se dispone a hacerse un té y leer después de una larga jornada. Pronto lo distraen las luces de gendarmería: fuera de su casa los vecinos se agolpan, y, a medida que corre el rumor de que el hombre es un pedófilo, se arma una batalla campal. A los animales del corral, por su parte, no les interesa saber si el vecino es o no es un pedófilo: quieren comer, abrir la boca y que el dueño les eche algo. Mientras, algunos vecinos ya piden la cabeza del hombre: como en las plazas públicas, sacan fotos al condenado, y los chicos son alzados sobre los hombros. La madre del acusado está ausente, está presente, es testigo: ese es siempre el drama del amor materno. El acusado acepta pelear hasta el final contra todo y contra todos, porque ¿quién está seguro de haber cometido un error? ¿Quién se puede autoinculpar? En la noche estrellada, ¿dónde empieza el criminal y dónde el hombre honesto?
Degenerado podría ser el cuento de un borracho o de un hombre que recuerda la guerra, pero sucede en tiempos de paz, en plena democracia capitalista. Degenerado, es, pues, un laberíntico y sórdido monólogo pronunciado con un hilo de voz: el hilo de voz entrecortada de un hombre que, enfrentado a una sociedad que le pide que sea alguien, que exista, le devuelve lo peor de que es capaz.
Opinión personal: Un libro bastante duro, tanto por la temática que trata (la pedofilia) como por su prosa. La escritora tiene una forma muy particular de escribir y puede resultar bastante chocante el inicio de la lectura, pero conforme te vas introduciendo en la historia te vas acostumbrado a esa escritura caótica y alejada de cualquier tipo de regla que haya sobre lo que significa escribir. El libro te mete de lleno en la mente de un pedófilo durante su proceso judicial, así que no es apto para estómagos demasiado sensibles. ¿Qué convierte a un hombre en un criminal? ¿El criminal nace o se hace? ¿Cuál es nuestra parte de culpa como sociedad? Son algunas de cuestiones que plantea Harwicz en este libro.
"La mente es como un trineo inmundo que nos arrastra por malos caminos dejando huellas para que nos atrapen..."
"La culpa es colectiva. O la asumimos todos al unísono en un coro de escuela o la negamos en bloque. Yo soy el principal responsable, si tienen deseos de acusarme, pero ustedes y esos que me incriminan no asumen su responsabilidad porque si aceptan eso, si aceptan que sus hijos ahora con pañales sobre sus regazos y los otros en la escuela ya son criminales, no podrían dormir, no hoy, nunca."
"Hay chicos que nacen sin querer vivir."
"Afuera están mis fans. Esperan a que me vuele los sesos indicándoles el camino a seguir."
"Me dicen que tipologías como la mía no deberían existir. Que habré nacido de mi madre como un cangrejo para atrás destrozándole el sexo. Al parecer después de mi ejecución mi cuerpo será mutilado e incinerado para que las cenizas sean proyectadas a un río de desagüe o a un tubo con cloro."
"Son las víctimas las únicas que no son abandonadas, a las únicas a las que escucha este siglo, a condición de que sean víctimas ideales. De que sean sus víctimas. El sistema las designa y nosotros compramos."
"A los hijos no les gustan sus padres, tampoco a los padres parecen gustarles sus hijos."
Puntuación: 3⭐/5
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