Título: La leyenda del Santo Bebedor.Autor: Joseph Roth.
Editorial: Anagrama.
Págs: 94.
Sinopsis: La leyenda del Santo Bebedor, fue publicada por primera vez en 1939, pocos meses después de la muerte de Roth, exiliado en París, y puede ser considerada, por muchos motivos, su testamento, la parábola transparente y misteriosa que encierra la cifra de su autor, hoy redescubierto como uno de los más extraordinarios narradores del siglo.
El clochard Andreas Kartak, originario como Roth de las provincias orientales del Imperio austrohúngaro, encuentra una noche, bajo los puentes del Sena, un enigmático desconocido que le ofrece doscientos francos. El clochard, que tiene un puntilloso sentido del honor, en principio no quiere aceptarlos, porque sabe que nunca podrá devolverlos. El desconocido le sugiere restituirlos, cuando pueda, a la santa Teresita de Lisieux de la iglesia de Sainte Marie des Batignolles. Desde este momento, la vida del clochard es un continuo acercarse y perderse en el camino hacia la iglesia, para cumplir su imposible compromiso.
Es como si el clochard deseara una sola cosa en su vida –devolver aquel dinero– y, al mismo tiempo, no esperase sino ser desviado por innumerables absentas, por mujeres casualmente encontradas, por viejos amigos que reaparecen como comparsas fantasmales. Toda la desgarrada dispersión de la vida de Roth –y en especial de los últimos años, cuando, también en París, encontraba una suprema, última lucidez en el alcohol– se transparenta en esta imagen de un hombre ya tranquilamente ajeno a cualquier sociedad, visitado por jirones de recuerdos, generosamente disponible respecto a todo lo que le sale al paso– y, en secreto, fiel a un único y aparentemente inútil voto.
Asimismo, este texto –como señala Carlos Barral en su feliz prologo– es un apólogo sobre la sacralidad del vino: «De cómo el vino transforma el mundo, cambia sus leyes, todas incluso la virtud de los santos, para hacerlo habitable y agradable a los que creen en él.»
Opinión Personal: Es el primer libro que leo de Joseph Roth y me ha gustado. Sin embargo sí esperaba un poco más por las expectativas que tenía puestas en este autor. En cualquier caso, lo recomiendo, sobre todo si como a mí os gustan los personajes desdichados y canallas maltratados por la vida y las historias sencillas. Roth nos cuenta las idas y venidas de Andreas, un vagabundo emigrante en París y adicto a la absenta con delirios religiosos. Andreas contrae una deuda y fiel a sus principios hará todo lo posible por saldarla, aunque no le será tan fácil como en un principio pudiera parecerle.
Un dato a descartar y que mi parecer enriquece esta obra es que Roth la escribió en sus últimos momentos de vida antes de ser consumido por completo por el alcohol, por lo que hay mucho del autor en esta obra.
Es un libro cortito y ligero que se lee en muy poquito tiempo y sin duda merece la pena leerlo.
"Porque no hay nada a lo que más fácilmente se acostumbre una persona que a los milagros, cuando los ha conocido una, dos o tres veces. Sí, la naturaleza del hombre le lleva a enfadarse cuando no obtiene de forma continuada lo que parece haberle prometido un azar casual o pasajero. Así son las personas."
Puntuación: 4⭐/5
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