Título: La libertad está dentro. Historias desde la cárcel.
Autor: Idoya Ronzón.
Editorial: Plataforma.
Págs: 174.
Sinopsis: La Unidad Terapéutica y Educativa de Villabona representa un modelo alternativo a la cárcel tradicional porque transforma la realidad penitenciaria al eliminar la subcultura carcelaria que hace de la prisión una escuela de delincuencia y la convierte en un espacio educativo. Este libro recoge las experiencias de los internos que participan de este programa y conforma una convincente defensa de la reinserción social.
Opinión Personal:
No es un libro de ciencia ficción, sino más bien todo lo contrario, es un libro muy real. Y como todo lo real, puede levantar ampollas y no gustar a muchos; pero bajo mi punto de vista es muy necesario. En él la periodista Idoya Ronzón nos habla del trabajo de la Unidad Terapéutica y Educativa (UTE) del centro penitenciario de Villabona en Asturias y en concreto, nos relata las historias personales de 10 presos y cómo fue su paso por la UTE. Como recalca Idoya "cada relato se ha hecho desde el más profundo respeto a las víctimas de los delitos que cometieron", pero desde la firme convicción de que todos merecemos una segunda oportunidad. No se pretende por tanto justificarlos, pero sí intentar acercarnos a su historia para intentar comprenderla.
"Tener la ocasión de sentarse entre los internos como uno más, y escuchar las experiencias que cada uno quiere compartir en voz alta, es algo que obliga a replantearse incluso la vida de uno mismo" Idoya Ronzón.
La Unidad Terapéutica y Educativa surgió gracias al trabajo y la ilusión de una trabajadora social y un educador. Lo que se pretenden con ella es romper con esa visión de la cárcel tradicional y apostar por un espacio terapéutico y educativo en todas sus dimensiones. Para ello tienen que hacer frente a las dos grandes problemáticas que azotan las prisiones españolas, por una parte las drogas y por otra el propio ambiente penitenciario y la subcultura carcelaria.
A diferencia de lo que se suele pensar, la mayoría de los presos de las cárceles españolas no están ahí por homicidios, la gran mayoría acaba en prisión por algún asunto relacionado con las drogas. Incluso, dentro de las prisiones se ha visto que el consumo de drogas y su comercio es el pan de cada día. Esto, unido al ambiente penitenciario forma el caldo de cultivo perfecto para crear delincuentes. Así que no debemos extrañarnos, si algún ex-presidiario reincide pues como se dice "la cárcel cría delincuentes".
Cuando hablo de ambiente penitenciario me refiero a toda esa subcultura carcelaria que se crea en estos espacios y que sólo genera más odio y rivalidades entre los presos e incluso potencia aún más los roles de malos y buenos entre internos y funcionarios.
Para poner fin a estas problemáticas nace la UTE. Aquellos presos que quieran entrar en el módulo de la UTE (que es totalmente voluntario) tienen que firmar un contrato terapéutico en el que se comprometen a dejar las drogas, no hacer uso de la violencia y seguir el programa. Cualquier incumplimiento de estas normas supone la expulsión del programa. "El grupo terapéutico representa un lugar de encuentro para la revisión, reflexión y confrontación, también para comunicarse, mostrarse y comprometerse y sobre todo para sentirse acogido, escuchado y querido. [...] El objetivo es que el interno tome conciencia de su historia de vida, de la problemática, dificultades y hándicaps que le han llevado a delinquir y su decisión de cambiar".
Cada historia es desgarradora y única. Infancias rotas y vidas destrozadas. Y dolor, mucho dolor. No puedo hablar de cada historia porque hay mil matices que habría que subrayar, pero es increíble lo que hace en alguien que lo ha perdido todo (o más bien, que nunca ha tenido nada) un poco de cariño, o simplemente el hecho de ser escuchados y ver que hay personas que se preocupan por él y desean ayudarle.
Viéndolas de cerca uno puede entender cómo alguien puede llegar a esos extremos. A fin de cuentas, todos cometemos errores.
Como psicóloga lo que más me llama la atención es que sin saberlo, el equipo multidisciplinar que compone la UTE está utilizando técnicas de refuerzo, castigo, extinción y exposición. Lo que me hace muy feliz, para qué engañaros. Y lo mejor es que funciona.
Por último quería dejaros este fragmento: "Desde la UTE se entiende que la cárcel no reinserta, que sí puede iniciar el proceso de socialización si se produce en ésta una transformación en un espacio educativo, pero el proceso de socialización y reinserción se tiene que desarrollar y finalizar en el ámbito de la propia sociedad. [...] El objetivo de la reinserción social sólo es posible con el compromiso y la implicación de toda la sociedad."
Y por si no se nota, me ha encantado. Es un libro maravilloso, pero sobre todo, es un libro necesario.
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