Autor: Ray Loriga.
Editorial: Ave Fénix.
Págs: 287.
Sinopsis: En los primeros años del nuevo milenio, la industria química ha conseguido sintetizar su último prodigio: una droga capaz de borrar los recuerdos. El mundo se reduce cuando uno es capaz de olvidarlo casi todo. Por las páginas de Tokio ya no nos quiere desfilan Arizona, Tokio, Bangkok, Ho Chi Minh, Berlín o Madrid. También los aeropuertos saturados, las gélidas habitaciones de hotel y las autopistas desiertas. Crímenes y pecados y los sueños más extraños en un mundo globalizado que lucha contra su propia memoria.
Opinión personal: Después de leer 'Héroes' tenía el listón bastante alto con Loriga, la verdad. Quería leer otro de él pero no sabía por cuál decantarme, y finalmente por azares del destino acabé con 'Tokio ya no nos quiere' entre las manos. Debo reconocer que la sinopsis me recordaba bastante a la peli Eternal Sunshine of the Spotless Mind (2004) y ese fue el plus que digamos hizo que me finalmente me decantase por él.
Sobre el libro decir que me ha decepcionado un poco; no sé, supongo que esperaba otra cosa. Es una especie de distopía rara con una historia vacía y un personaje bastante aburrido. Si bien no me ha parecido tan genial como 'Héroes', sí tiene algunos momentos brillantes y me ha dejado algunas buenas citas para el recuerdo. ¿Volveré a intentarlo con Loriga? Supongo que sí.
"Desde que los periódicos dicen que el mundo se acaba, siento que las canciones son más cortas y los días más largos."
"La tristeza no tiene fin, la felicidad sí."
"Un dolor es una ocupación, puedes a abandonarte a él sin ningún remordimiento. Es todo lo que tienes que hacer. Perseguir el dolor que viaja entre los nervios hasta el cerebro. Aislarlo ahí y vigilar después cualquier movimiento. Perseguir el efecto de los calmantes también, como la lluvia. Ver qué se lleva a su paso y ver qué queda."
"La memoria es el perro más estúpido, le lanzas un palo y te trae cualquier cosa."
"Todo el tráfico norte sur detenido. La habitual desolación en los telediarios y yo me quedo mirando la carretera como se miran las cosas que hace un minuto tenían sentido pero que ya no lo tienen. Como una botella vacía o un billete roto."
"Sueño que estoy sentado en un bar bebiendo tranquilamente un vasito de bourbon y una cerveza negra. Un tipo a mi lado se levanta, camina hacia la juke box más decidido que derecho y pone una canción irlandesa. Una de esas canciones tristes que suenan tan bien cuando uno está bebiendo solo en un bar y no tiene nada que hacer ni adónde ir en un futuro próximo."
"La gente, con demasiada frecuencia, siente la necesidad de que las cosas no se pierdan del todo, como el que quiere deshacerse de algo pero no se atreve a quemarlo y lo deja en la calle para que otro lo recoja."
"Los días son a veces tan tristes que sencillamente no merece la pena. No merece la pena correr, ni esperar, ni vigilar. Días tan tristes que no se merecen ni un esfuerzo, ni el más pequeño movimiento. Los días así que dejarlos correr, como los trenes nocturnos."
"Es el recuerdo, no el olvido, el verdadero invento del demonio."
Puntuación: 2⭐/5
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